
Hace poco, en un semáforo, una mujer desde su coche le daba algo de comer a uno de los hombres que vendían (acaso cambiaban) flores por unas monedas. El hombre agarró la comida, feliz, y se sentó a compartirla con otro de los que -al igual que él- necesitaba algún alimento que llevarse a la boca aquella tarde. Entonces una amiga me dijo que a veces los que menos tienen son los que más comparten. Hoy esta imagen me lo ha recordado.
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… inexplicablemente hace falta comer, Ley. Pero poco sirve si para cuando se come no se tiene por quién vivir. Lástima que sean precisamente los que menos tienes quienes hayan terminado comprendiendo la necesidad de compartir. Excelente mensaje el que nos trasmite la foto… excelente la historia que has decidido compartirnos. Un fuerte abrazo desde mi orilla tan tuya…
A veces no, generalmente.