¿Te acuerdas, papá, cuando encontré aquel pájaro con un ala rota, y lo puse en tus manos y con mi inocencia de niña te dije: “Arréglala”? Arréglala. No “Cúrala”, sino “Arréglala”. Arréglala -como arreglabas el fogón, o mi librero, o los zapatos viejos. Arréglala -porque tú lo arreglas todo. ¿Te acuerdas? Y cuando estuvo sana... Leer más →
Anuncios