En mi aula de secundaria había un muchacho que todas las mañanas, cuando nos preguntaban qué sabíamos de las noticias recientes, respondía: continúa la guerra en Afganistán.
Eso fue después que comenzando el 9no grado cambiamos una teleclase de inglés por las informaciones que nos mostraban -en vivo- cómo caían las torres gemelas.
Desde entonces cada día, durante todo el curso, los profesores y sus compañeros de grupo debíamos escuchar, como disco rayado, la misma información. Cuanto más traía cifras de muertos.
A este joven lo vi hace unos días, luego de mucho tiempo sin encontrarnos. Pensé que ahora, cuando las guerras nos enseñan geografía y nos descubren países, gobiernos, religiones… Ahora – le dije- que cada vez que enciendes la TV ves sangre, si tuvieras que llevar la noticia a la escuela, ¿dónde es que continúa la guerra?
Botellas al mar 
en todo el mundo
Concuerdo con Mar, en todo el mundo si no están declaradas como tal, por lo menos conatos si hay….
Sí, eh? Mar tiene la respuesta…
Continúa la guerra en… ¡cualquier parte! 😦
«inmundo mundo mundial»
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ten a bien recibir de mi parte un abrazo de amigo,
cuando estalle la guerra estaré en la trinchera contigo.
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La guerra no es terrible, terribles somos los seres humanos que las armamos. Por eso, siempre, siempre, siempre, que prime la PAZ.
Paz!
ya lo vi…me encantó ese post tuyo! 🙂