Me hace gracia que algunos amigos, a veces, me dicen algo y seguido me advierten la necesidad de silencio de la siguiente forma: “¡No lo vayas a poner en tu blog!”
Tal vez porque adivinan que muchas de estas botellas, aunque no lleven nombres, han resultado de historias que escucho, veo o me comentan…
El primero en indicarlo, hace varios meses, me hablaba por teléfono y me contaba de su angustiosa semana y de repente: “oye, pero de aquí no saques una historia para publicar”.
Otro que me lo dice seguido, luego de actualizarnos de nuestras vidas y de contarnos par de cosas, asume un tono de picardía: “Ve a ver, Leydi Torres, que esto no es para ninguna botella”.
El último en aportar iba conmigo en busca de una librería tantas veces visitada por ambos. De pronto no la encontramos, como si a la calle le hubiesen cortado un pedazo –precisamente ese donde estaba la librería. Lo cierto es que caminamos más de lo debido hasta que, muertos de risa, cruzamos a la acera de enfrente para mirar dónde estábamos y dónde estaba la librería. De repente él corta toda risa y hace uso de un poco de seriedad para decirme: “Ni se te ocurra… ¡no lo pongas en tu blog!”
Jajajaja, si se enteran de este post!!!
jaja, supongo que alguno de ellos lo vean hoy… 😀
ya veremos… (lo bueno es que tampoco esta vez pongo nombres…jeje)
eres mala niña… malaaaaaaaaaaaa!!
qué le vamos a hacer???
hay que hacerse de historias de vez en cuando…. y de alguna forma…
buen punto… por cierto, pq no me agregas al gmail??
Ah, Leydi, el problema de hacerse bloguero es ese, que ya nada de lo que le sucede a uno en el día está exento de ser posteado jajajajaja Un beso.
jajaja…pero no digas muchas historias delante de mí, que me las robo! (sino pregúntale a tu Mila) jaja
Pero yo si te apoyo…botellazos con todos y todo!!! … De ahora en adelante voy a decir: Me dispongo a leer los botellazos de Lady. Un saludos desde Caracas
Gracias… a botellazos entonces..pues ponte al tanto, si estás cerca del mar, puede que veas aparecer una botella mía! 🙂
Gracias por leerme, y por el regreso.
Manda mensajes, pues!!! por acá espero tus botellas, por el puerto de La Guaira, pero mientras tanto y por si acaso… me orillo a tu blog
y tú de majadera… haces caso omiso, O.O
Tú sabes qué sucede????que cuando la niña que llevas dentro sale a jugar, hay que tenerle miedo!!!jajaja a veces, me olvido que eres periodista y no vislumbrar cuando me interrogas: así socedió con el Taratatán…
Además, y si yo me quedo sin historias para la Isal nuestra, qué hago??? Aunque ya sabes que ´si hay una cosa que tienes que poner en tu blog, te lo dije ayer jajaja. besos
Carlos: dudo mucho, pero muchoooooooooooo que te quedes sin historias para tu Isla nuestra, sobre todo porque con las de tu mami -que ya puede habrirse un blog- tendrías para mantener el tuyo por varios años…
ups!! perdón por los teclazos en el comentario anterior…pero el tiempo es oroooooo, al menos aquí….
te comprendo…a veces yo también siento lo mismo… como ahora, por ejemplo.. 🙂
Te voy a decir un secreto, pero no lo publiques en tu blog, me encantan tus botellas, jajaja 😉
vaya! carita y todo, jejeje
lo prometo, no lo diré a nadie, aunque acabas de hacerlo uno de mis secretos más publicamente compartido… 🙂
Creo conocer a la persona que te dijo: «Ve a ver, Leydi Torres, no lo pongas en tu blog», será que es alguien de quien tú escribes mucho? jejejeje. Besos
sí, él mismo, claro que lo conoces…¿Sabes qué pasa? Yo creo que él me dice tanto: «No lo pongas en tu blog» que como no sé qué poner entonces…¡lo pongo a él! 😀
!No lo pongas en tu blog!… Hoy no he podido más que reírme recordando aquella ocasión, perdidos en la ciudad de todos los días, en la calle de tanto andar, en la librería tantas veces revisada. !Como si a la ciudad le hubieran cortado un pedazo! Tú lo dijiste. Yo creo que ya tienes todos los derechos, copyrigth incluido, de publicar lo que creas digno de un post. Pero… al final, me parece que siempre diré, en ese tono medio serio y de risa cortada: !No pongas esto en tu blog!
Besos.
jajaja, lo sé, qué bueno que la menos seas mi Cómplice!
No te preocupes, que todas esas hostorias… ¡las voy a poner en mi blog! 😀
Un abrazo, C.